30 enero, 2007

Los Motivos del Lobo

En una nota aparecida el 26 de enero del 2007 y elaborada por Notimex, podemos ver los brincos de alegría con los que Felipe Calderón anunció la próxima visita a México del dueño de la monopólica transnacional informática Microsoft, el acaudalado empresario Bill Gates:

Se concretarán proyectos tecnológicos
Por Guadalupe Yáñez

Enviada Davos, 26 Ene (Notimex).- El presidente Felipe Calderón anticipó la visita del empresario estadunidense Bill Gates a México en marzo próximo, durante la cual concretarán proyectos tecnológicos de los que hablaron hoy en una reunión privada en el marco del Foro Económico Mundial de Davos.

Durante la reunión con el hombre más rico del mundo, ambos dialogaron sobre la misión y el progreso de México en el uso de las tecnologías de la información para mejorar la competitividad del país, fomentar el desarrollo económico y elevar la calidad de la educación, salud y otras áreas importantes.

En conferencia de prensa, Calderón Hinojosa calificó de muy productiva la reunión que tuvo previamente con el magnate; además "yo creo que implicará muy buenas noticias para México que yo no quiero anticipar"

Este anuncio fue hecho faltando tan sólo cuatro días para la introducción del nuevo sistema operativo de Microsoft, Windows Vista, evento precedido el 29 de enero del 2007 con una promoción personal hecha en Londres por el mismo Bill Gates:





y acompañada por un gran despliegue publicitario propagandístico de calidad circense:





¿Es el anuncio hecho por el Presidente Felipe Calderón una buena noticia para México?

¡No! Todo lo contrario. Porque según lo señalan las intenciones de Felipe Calderón, en una época en la que en México están subiendo los precios de los productos básicos de primera necesidad como la tortilla, el maíz y la leche, el Presidente oficial de México se dispone ya a llevar a cabo la erogación de miles de millones de dólares (Microsoft no acepta pagos en pesos) en los costos de las famosas "licencias" de Microsoft para poder utilizar sus sistemas operativos en las computadoras de las que dispone el gobierno federal, una erogación que no tiene razón de ser cuando ya existen otras alternativas gratuitas a lo que ofrece Microsoft, alternativas para las cuales las universidades en México han estado graduando miles de talentosos programadores que se han estado yendo al extranjero al no haber oportunidades en México para poder aplicar sus conocimientos. Y este dispendio ostentoso en "pago de licencias" será financiado en su totalidad por el pueblo de México.

De haber sido Bill Gates:





un judío -en cuyo caso, siendo el hombre más rico del mundo y el dueño del monopolio informático más grande del planeta, habría sido el villano perfecto de la ultraderecha mexicana para tratar de darle credibilidad a sus fantasiosas creencias sobre la supuesta existencia de una gigantesca conspiración mundial judía masónica comunista para apoderarse de la Tierra- no debe quedar duda alguna de que desde el momento en que el mismo Vicente Fox tomó posesión de su cargo en el año 2000 el gobierno de México ya se habría movilizado para liberar a las oficinas públicas de la dependencia de los productos de Microsoft. Pero no siendo Bill Gates un judío, ello allanó el camino para que primero Vicente Fox y ahora Felipe Calderón, con los parabienes de la ultraderecha Yunquista decidieran establecer relaciones de índole comercial entre los gobiernos presididos por ellos, y la empresa Microsoft.

Dejemos primero una cosa perfectamente en claro: Microsoft no tiene amigos, tiene intereses. Microsoft nunca dá nada gratis, si no es a cambio de algo, ya sea a cercano, mediano o largo plazo. Ejemplo de ello es su navegador Internet Explorer, el cual cuando salió al mercado lo ofreció de manera completamente gratuita en contraste con el único navegador visual que existía en aquél entonces, Netscape, el cual en su versión básica tenía un costo de unos 30 dólares. Y Microsoft ofreció a Internet Explorer de modo gratuito porque se dió cuenta de que Netscape estaba creciendo a grado tal de que no tardaría en crear un sistema operativo centrado en Internet en vez de estar operando desde la computadora personal, lo cual hubiera sido una competencia directa a Microsoft para tumbarle todo su mercado. La reacción de Microsoft fue una reacción de pánico. Sin embargo, en cuanto logró pulverizar a Netscape, Microsoft se durmió en sus laureles dejando que su producto se avejentara -que al fin y al cabo no obtenía ganancias económicas del mismo- a grado tal que la nueva sensación en el campo de la informática, el navegador Mozilla Firefox, también obtenible gratuitamente de la red, le empezó a comer el mandado, sobre todo al darse cuenta los usuarios de Mozilla de las muchas ventajas que tiene el navegador Mozilla sobre el navegador Internet Explorer. En la actualidad, hay millones de internautas alrededor del mundo que únicamente utilizan a Mozilla (la versión más reciente, Mozilla Firefox 2.0.0.1, llevaba más de nueve millones de descargas al terminar el mes de enero del 2007), los cuales ya se dieron cuenta de que es posible prescindir de un producto de Microsoft, de su navegador de Internet, sin echarlo de menos en lo absoluto, como también es posible ya en estos momentos prescindir por completo del sistema operativo Windows de Microsoft, subsituyéndolo por alternativas gratuitas que ya existen disponibles en el mercado. Y esto es a lo que más teme Microsoft, que el grueso de la gente pueda llegar a darse cuenta de esto.

Mucho antes de que Felipe Calderón de manera muy cuestionada entrara en funciones como Presidente de México, ya su predecesor había intentado viajar hasta Estados Unidos para entrevistarse personalmente con el dueño de Microsoft. Y de hecho, la gira a los Estados Unidos que el Congreso de la Unión le canceló a Vicente Fox el 10 de abril del 2000, una cancelación por la cual un lloroso Presidente se presentó ante la Nación entera con un mensaje televisivo vespertino quejándose por la negación del permiso, era una gira que en realidad tenía como objetivo primario poner al representante de todos los mexicanos a la disposición del dueño de Microsoft quien le estaba concediendo el enorme honor y privilegio de una entrevista, cuando en realidad debería haber sido el Presidente de México quien le debería haber concedido una entrevista a Bill Gates en México haciéndolo trasladarse hasta México para dicha entrevista. (De haberse salido con la suya, Vicente Fox habría sentado el humillante precedente de que los Presidentes de México pudieran terminar "tocando puertas" en el extranjero, saliendo del país con el fin de entrevistarse con financieros privados como el Chairman de la General Motors, los dueños de la empresa Dupont, o cualquier otro negocio del capital privado.)

Ya desde el sexenio foxista se veían las relaciones malsanas cultivadas desde la cúspide del poder entre Microsoft y el hombre que había prometido "un cambio" cuando en aquél entonces antes de las elecciones presidenciales Vicente Fox había logrado esconder muy bien sus ligas con la extrema derecha mexicana encarnada en la Organización Nacional del Yunque. En aquella época, Vicente Fox tenía en su cabeza loca una visión "gloriosa" llamada e-México, en la cual por razones propias de la derecha conservadora que tradicionalmente favorece los monopolios privados -sean nacionales o extranjeros- Microsoft iba a tener una participación importante. Si bien, seis años después los sueños de opio bautizados como "e-México" resultaron ser un fiasco, no así lo fueron las ligas que Microsoft estableció con el panismo en el poder, las cuales le produjeron y le siguen produciendo pingües ganancias hasta la fecha.

Año y medio después de que el Congreso de México le cancelara a Vicente Fox su gira para ir a tocarle a Bill Gates la puerta de su oficina en los Estados Unidos, en agosto del 2001 Vicente Fox como Presidente de México firmó un convenio con Microsoft a cambio de una "generosa y desinteresada" (¿?) donación por parte de la Fundación Bill and Melinda Gates para la educación y el desarrollo tecnológico del país, convenio con el cual el gobierno panista presidido por él se se comprometió a estandarizar con sistemas operativos Windows y aplicaciones Microsoft Office (¡naturalmente!) todos los equipos de escritorio que iban a ser distribuidos en las comunidades del país beneficiadas por el proyecto e-México. Esto es, se comprometió a afianzar el monopolio de una empresa extranjera en México entregándole en charola de plata la soberanía computacional del país, y todo a cambio de... ¡unos descuentos modestos en el uso de las licencias de dichos programas! (A modo comparativo, esto sería como si la Coca-Cola le propusiera al gobierno federal un convenio con el cual la Coca-Cola se comprometería a subsidiar los refrescos de cola que consuman los estudiantes en las escuelas públicas con un descuento de, digamos, un diez por ciento, a cambio de que el gobierno le permita a la Coca-Cola instalar máquinas expendedoras de refrescos de la empresa en todas las escuelas del país sin permitir la instalación de otras máquinas expendedoras de refrescos producidos por la competencia. ¡Y después de la firma de un convenio así, se supone que el gobierno le debe de estar mucho muy agradecido a la empresa por su espíritu filantrópico y su nobleza altruística!)

Tras este convenio con el cual Bill Gates seguramente le habrá quedado muy agradecido, Vicente Fox de manera casi enfermiza se metió de lleno para promover algo que sería bautizado por la propaganda oficial como la Enciclomedia. la cual supuestamente iba a ser la panacea para colocar culturalmente a los niños de México por encima de los niños del resto del mundo. Al hablar sobre la terca insistencia de Vicente Fox de implantar en todo México su proyecto "Enciclomedia" (proyecto que pese al recorte de fondos que implementó el Congreso de la Unión no impidió para que Vicente Fox se saliera con la suya de extenderlo por todo México a un costo astrónomico para el erario público), un connotado editorialista de La Crónica nos comenta lo siguiente:

El Juguete Favorito
Raúl Trejo Delabre
LA CRONICA
28 de noviembre del 2004

Compromiso con Mr. Gates. Pero más allá de la pobreza de miles de planteles en todo el país, hay otros motivos para recelar de ese proyecto que el presidente Vicente Fox ha promovido con tan enfático y personal interés. La Enciclomedia permitiría que los alumnos de quinto y sexto de primaria contasen en el salón con un acervo de conocimientos que complementaría la enseñanza que reciben en los libros de texto. Pero el pizarrón electrónico no necesariamente les daría acceso a la Internet ni les facilitaría el aprendizaje en el manejo de la computadora, que son las dos destrezas básicas que hoy se requieren para involucrarse en la sociedad de la información.
Además, y quizá esto es lo más grave, la Enciclomedia implica la subordinación del sistema educativo nacional al software, las prioridades, los intereses y los negocios de la empresa internacional más poderosa en la fabricación de programas informáticos.
La Enciclomedia es un proyecto respaldado -y no por afán filantrópico- por la firma Microsoft.
A cambio del apoyo que ha ofrecido para el diseño de los contenidos y la instalación de las primeras computadoras enlazadas a la Enciclomedia, Microsoft ha exigido que todos los programas que se utilicen en esos equipos -comenzando por el sistema operativo- sean fabricados y vendidos por esa firma.
El gobierno federal ha accedido a esa exigencia de la firma cuyo principal accionista es Mr. Bill Gates.

Quizá la mayor aberración de todas en este escandaloso asunto es que Microsoft, la empresa que más se queja por la cuestión de la piratería, no sólo tiene como dueño al hombre más rico del mundo a quien por lo visto no le son suficientes las ganancias multimillonarias que su monopolística empresa ya le está generando, sino el hecho de que Microsoft se fundó y creció a expensas de las ideas de otros. En efecto, su primer sistema operativo, DOS, se basó en el sistema operativo Unix (del cual deriva Linux) para el cual no había propiedad de autoría intelectual cuando UNIX estaba siendo utilizado por las comunidades universitarias; su procesador de palabras Microsoft Word se basó en los procesadores de palabras que lo precedieron tales como Wordstar al principio seguido por WordPerfect después, su hoja de trabajo Excel es una vil copia de la primera hoja de trabajo en el mundo conocida como Lotus 1-2-3 a grado tal de que las "teclas abreviadas" que usa Excel siguen siendo las mismas que las que se manejaban en Lotus; su programa para generar presentaciones tomó como punto de partida al programa Harvard Graphics; su navegador Internet Explorer se inspiró en el navegador Netscape e inclusive ahora que está tratando de impedir que Mozilla lo alcance también le está copiando conceptos a Mozilla para incorporarlos en el Internet Explorer. Vaya, si hasta los mismos conceptos del uso de las "ventanas" -de las que "windows" deriva su nombre en Inglés- y de los "íconos" en la pantalla para el manejo visual de archivos que fue clasificado por Microsoft como una "renovadora innovación" suya no son más que una vil copia del concepto que primero Apple Computer le robó a Xerox PARC y ya después Microsoft le robó a Apple al darse cuenta del éxito de dicho concepto. Lo único que Microsoft no le copió a nadie fueron sus prácticas monopolísticas y la ambición desmedida de su fundador quien, por cierto, cuando echó a andar a Microsoft había dejado inconclusa su carrera universitaria. Estos son los ídolos con pies de barro, al igual que los ídolos a quienes la ultraderecha Yunquista en México admira y venera tales como Salvador Borrego y Adolfo Hitler.

Cabe destacar que, aunque Bill Gates ha tratado de distinguirse por su espíritu filantrópico patrocinando amplios proyectos de caridad llevados a cabo principalmente en países en vías de desarrollo, ello no ha sido obstáculo alguno para que en esos mismos países su empresa Microsoft insista en seguirles vendiendo a los habitantes empobrecidos de dichos países su sistema operativo Windows a los mismos precios a los cuales lo vende en los países desarrollados; y a los que no puedan pagar estos precios entonces les vende alguna versión mutilada de Windows que sea apenas suficiente para que aprendan a usarlo quedándose con las ganas de comprar una versión un poco más completa -y más cara- que pueda ser de alguna utilidad práctica. Porque eso sí, Microsoft no está dispuesta a subsidiar el desarrollo informático de ninguno de los países pobres como Bangladesh o Etiopía. ¡Nunca! La generosidad tiene sus límites. Después de todo, de algún lugar tiene que salir el dinero para mantener a Bill Gates como el hombre más rico del mundo permitiéndole al mismo tiempo gastar sumas respetables del dinero que le sobra en actividades caritativas. ¡Caray! ¡Hasta dan ganas de canonizarlo en vida!

Si bien Bill Gates ha declarado que no le gusta ser el hombre más rico del mundo (posición de riqueza extrema mantenida por doce años consecutivos), las prácticas comerciales depredadoras que su empresa Microsoft ha practicado y sigue practicando hasta la fecha para mantenerlo en dicha posición indican todo lo contrario.

La más reciente versión de Windows que Bill Gates le quiere imponer al mundo entero, Windows Vista, viene en cinco presentaciones distintas, de las cuales se muestran dos en la siguiente fotografía:





siendo la más básica algo tan primitivo y tan desprovisto de funcionalidad que ni siquiera será puesta a la venta en Estados Unidos o en la Unión Europea, y al usuario común y corriente al que logren embaucar con la adquisición de esta porquería no le quedará más remedio que hacer la actualización casi forzada a la siguiente presentación situada por encima de esta versión decapitada, para lo cual le tendrá que pagar a Microsoft (¡naturalmente!) por el costo de la licencia de actualización con el fin de obtener algo que Microsoft le debería de haber entregado desde un principio en la versión mutilada. Y como posiblemente esta actualización no será suficiente para las necesidades de muchos, habrá que desembolsar más dinero por la presentación de Windows Vista que esté por encima de la que ya actualizó. Para lo cual tendrá que erogar más dinero. Y así sucesivamente. Ahora bien, si es el gobierno federal en México bajo Felipe Calderón el que estará obligado a solventar todas estas millones de actualizaciones en todas las máquinas que tiene en todas las dependencias públicas, ¿cuánto dinero del pueblo de México estima el lector que irá a parar al extranjero en el curso de seis largos años para hacer aún más rico a Bill Gates y posiblemente también a algunos políticos mexicanos amigos de Microsoft en el sexenio calderonista? Haga un cálculo el lector, y desde ahora Spectator casi le puede garantizar que su cálculo se quedará corto. De esta magnitud es la trasquilada que se le quiere dar a todo México a merced de estos gobiernos del cambio. (Hablaremos un poco más a fondo sobre esto al llegar al final de este blog.)

Y a cambio de las costosas actualizaciones de Windows Vista que se quiere forzar sobre los consumidores, ¿qué es lo que los clientes realmente están obteniendo como beneficio extra? Lamentablemente, algo que simplemente podríamos llamar caramelos visuales. Bajo Windows Vista, habrá ventanas con franjas "transparentes" en el borde superior y con efectos hollywoodenses de tercera dimensión simulada (a lo cual Microsoft ha bautizado pomposamente como la interfaz gráfica Windows Flip 3D Navigation bajo el entorno Aero):





así como un coctel de cientos de pequeños detallitos supuestamente mejorados aquí y allá como un "reloj de pared" más bonito. Pero nada de lo nuevo que aporta Windows Vista es indispensable para el usuario típico que todo lo que quiere hacer es navegar por Internet, enviar o recibir un correo electrónico, redactar un documento, imprimir una fotografía, escuchar un CD musical, o correr un programa de juegos. ¡Ni siquiera es necesario tener Windows XP para este tipo de actividades, ya que muchos de los programas en uso actual aún pueden correr bajo Windows 98! Sin embargo, para forzar el cambio a Windows Vista, Microsoft simplemente retira a Windows XP del mercado destruyendo las copias que aún quedan del mismo en el mismo día en que pone a la venta a Windows Vista. No más Windows XP disponible al consumidor, a ningún precio. Pero este caprichito implica también que muchas máquinas van a quedar obsoletas, por el simple hecho de que Windows Vista exige como mínimo una memoria RAM de 1 gigabyte para que el sistema operativo pueda trabajar eficientemente en cualquiera de sus versiones. Pero si lo que se quiere es que también los programas de aplicación (por ejemplo, AutoCAD, CorelDRAW, o Adobe PageMaker) corran con mayor rapidez, entonces habrá que agregarle todavía más memoria RAM a la máquina. Para agregarle más memoria RAM a una máquina, digamos, 2 gigabytes, el usuario actualizador tendría que estar preparado para desembolsar algo que dependiendo de la velocidad del procesador central CPU de su máquina podría estar situado, por ejemplo, entre 168 y 459 dólares (rango de precios de acuerdo con Shopzilla, tratándose de un paquete Kingston DDR2 SDRAM de 667 MHz de velocidad, a la venta bajo el número de código SKU KVR667D2N5K22G), esto para que los programas de aplicación puedan correr en forma más rápida y más eficiente -la verdadera razón en el pasado por la cual se le aumentaba la memoria RAM a la máquina-. Pero ello suponiendo que se pueda conseguir este tipo de memoria RAM en el mercado y que además la tarjeta madre (motherboard) de la máquina aguante tanta memoria, lo cual va a estar difícil para la mayoría de las computadoras personales de escritorio fabricadas y vendidas en el 2006. La moraleja de todo esto es que el sólo hecho de agregarle suficiente memoria RAM a una máquina para que tanto Windows Vista como los programas de aplicación puedan correr de modo eficiente sin caídas del sistema o tardanzas exasperantes puede salir costando lo mismo que lo que costaba una computadora nueva de escritorio, completa, en el 2006, que sólo requiería de 512 megabytes. De cualquier manera, resulta que muchas de las máquinas que se están utilizando en México no tienen capacidad para ser actualizadas ni siquiera hasta 1 gigabyte de memoria, mucho menos a 2 gigabytes, lo más a lo que pueden llegar es a 512 megabytes. ¿Y qué con estas máquinas entonces? Pues, a la usanza de Microsoft: ¡Friégense, por pobres! Típica postura microsoftiana. Pero las malas noticias no paran aquí. En todas las versiones de Windows Vista, Microsoft ya eliminó cualquier posibilidad de que se puedan correr programas excelentes que se podían usar dentro de los entornos de su sistema operativo DOS (ya fuese PC-DOS ó MS-DOS), programas tales como el procesador de palabras WordPerfect 5.1, o programas de juegos como las versiones originales de Pac-Man, porque en Windows Vista ya no existe esa "ventana de compatibilidad" DOS que poseía Windows XP, de modo tal que al pagar por una actualización de Windows XP a Windows Vista en vez de poder correrse más programas de hecho se van a poder correr menos. Y la simple actualización de Windows XP a la versión más rudimentaria de todas, Vista Basic, va a costarle al usuario 20 dólares más de lo que le costó actualizar su máquina de Windows Millenium o Windows 98 a Windows XP, ello suponiendo que la máquina tenga la capacidad física para poder ser actualizada con Windows Vista, porque de lo contrario el usuario se verá obligado a comprar una máquina nueva y arrumbar la maquina que está usando en estos momentos aunque dicha máquina aún se encuentre trabajando en perfectas condiciones bajo Windows 98, Windows Millenium, o Windows XP.

El colmo del asunto es que, faltando apenas un mes cuando todavía no había sido liberado al público Windows Vista, empezaron a aparecer los primeros agujeros de seguridad en el nuevo sistema operativo de Bill Gates, lo cual es intolerable porque supuestamente una de las razones dadas por Microsoft para actualizarse a Windows Vista era su supuesta "invulnerabilidad". La costa está tan mal, que inclusive Microsoft ya tiene planeado eventualmente para antes de que termine el año 2007 o al principio del 2008 la introducción de lo que vendría siendo Windows Vista Service Pack One, conocido ya en algunos medios con el nombre de Fiji. Naturalmente, por la nueva actualización cargada de parches y remiendos para resanar un producto deficiente por el cual el cliente ya había pagado su buen dinero, habrá que pagarle a Microsoft otra suma igual a la que se le pagó por la primera actualización, de modo tal que, tratándose de Windows Vista Basic, al llegar al Service Pack One el usuario habrá erogado ya un total combinado de 200 dólares. Y si se trata de una de las versiones más completas de Windows Vista, el precio de dos actualizaciones combinadas en serie podría ser fácilmente de mil dólares. ¡Este es el costo de dos computadoras personales de escritorio nuevas recién salidas de fábrica en el 2006!

Veamos una opinión experta sobre Windows Vista, emitida el 28 de enero del 2007:

Yo no creo que cambiará fundamentalmente lo que la gente hace con las computadoras o lo que son capaces de hacer.

Deberíamos darle importancia y credibilidad a esta opinión experta, porque fue hecha por Rob Helm, director de investigación de Microsoft.

¿No hay alternativas para tanto desperdicio de dinero útil a cambio de tan pocas ventajas que estarán ofreciendo los productos de Microsoft, dinero que se necesita urgentemente para otros proyectos de inversión en México?

¡Sí! ¡Si la hay! Porque resulta que Microsoft no es la única opción que existe para poder hacer trabajar a las computadoras de escritorio. Porque ya es un secreto a voces el que los productos fabricados por Microsoft no son la única alternativa para utilizar computadoras personales caseras o para utilizar servidores de alta potencia en las pequeñas y medianas empresas. Existen otras alternativas, y la más importante de ellas es Linux, impulsado por organizaciones como la Free Software Foundation, coordinadora del Proyecto GNU.

La comunidad internacional Linux se representa a sí misma con el ya famoso símbolo-logo del pingüinito:






Linux, concebido por vez primera por el extraordinario programador finlandés Linus Torvalds como un proyecto personal, creció bajo el concepto del software abierto (open source) en el cual, a diferencia de lo que es y hace Microsoft, el sistema operativo para hacer trabajar a las computadoras es el resultado creciente de una colaboración internacional entre los mejores programadores del mundo entero que van refinando y actualizando a Linux con una eficiencia con la cual Microsoft en realidad no puede competir. Porque estamos hablando de una competencia internacional entre los 71,553 empleados de Microsoft (dato válido al 30 de junio del 2006), muchos de los cuales ni siquiera son programadores sino simples secretarias y agentes de ventas, y cientos de miles de programadores del mundo entero (Inglaterra, Alemania, Finlandia, China, etc.), muchos de ellos laborando en centros universitarios de clase mundial con programas de Maestrías y Doctorados en Ciencias de la Computación, y que además es un sistema operativo que es totalmente gratuito, algo con lo que Microsoft tampoco puede competir. Entonces, ¿por qué no se ha ido reduciendo el segmento del mercado controlado por Microsoft? La respuesta es, de nueva cuenta, las prácticas monopólicas implementadas por Microsoft, prácticas que le han acarreado ya serios problemas como los que ha tenido en Europa.

Un enorme atractivo del uso de un sistema operativo como Linux es que, por ser un software de "código abierto", todo lo que hace Linux al irse ejecutando cada instrucción en el procesador central (el CPU) de la máquina es completamente transparente para el programador que escribe aplicaciones para dicha máquina. No hay secretos. Todo es visible y está expuesto a la luz del día, e inclusive el programador puede hacer algo que no se puede hacer con Windows, puede reescribir el código del sistema operativo para agregarle funciones nuevas o para adecuarlo a sus usos particulares. En contraste, el sistema operativo Windows es una "caja negra" cuyo código fuente nadie conoce, porque Microsoft jamás lo ha revelado al público. Es el secreto mejor guardado de Microsoft. Existe la sospecha fundamentada entre muchos usuarios de que, al llevarse a cabo a través de Internet el proceso de "activación" de la licencia de uso, Microsoft le está sacando a la máquina del usuario muchos más datos que los números de serie de la máquina. Pero los contenidos de la máquina no están expuestos únicamente durante el obligatorio proceso de "activación" vía Internet de la licencia de uso por parte de Microsoft. Las "actualizaciones automáticas" llevadas a cabo posteriormente por Microsoft desde sus oficinas centrales sobre cada máquina cuando está conectada a Internet, sin importar la parte del mundo en donde esté situada la máquina, ofrecen una oportunidad para meter las narices dentro del disco duro con el potencial de sacar información que el usuario desea mantener guardada en forma confidencial, abriendo la posibilidad de que alguien dentro de Microsoft, si así lo desea, pueda estar espiando en cualquier momento a cualquier usuario cuando está conectado a Internet o pueda ver lo que tiene guardado en su computadora, extrayéndole su información personal y sus datos privados. Naturalmente, Microsoft jura que la integridad de la empresa jamás permitiría tal cosa en ninguno de sus programas "legales". A lo cual un usuario experto le podría decir: "Para que confíe en tí, demuéstrame que tú también confías en mí. Dame el listado completo del código fuente de las instrucciones con las que corre el sistema operativo". A lo cual Microsoft respondería: "No te lo doy, pero sigue confiando en mí". Esto no ocurre con Linux, porque cada actualización está respaldada por la revelación plena de todas las instrucciones con las que trabaja el sistema operativo. Si alguien metió alguna instrucción que le permitiría hacer al sistema operativo algo que no debería estar haciendo sin el pleno consentimiento del usuario, tarde o temprano alguien lo va a descubrir al leer las instrucciones del código fuente, así de sencillo, y como hay decenas de miles de programadores alrededor del mundo que están trabajando sin parar para mejorar aún más el código fuente de Linux, una trastada de este tipo no aguantaría ni siquiera un par de días sin ser descubierta.

La adopción de Linux a nivel gubernamental tiene otra ventaja tremenda que no ha recibido la importancia que se merece. Por ser gratuito, no hay forma en la cual se pueda fomentar la corrupción por la vía de los sobornos y el cohecho para hacer que el gobierno mexicano en contratos y transacciones multimillonarias sospechosas le siga pagando a Microsoft los costos exorbitantes de las famosas "licencias" de uso. En este sentido, Linux acaba de tajo con la enorme tentación que pueda sentir alguna poderosa empresa particular como Microsoft para lograr la concertación de jugosos contratos gubernamentales con el gobierno de México en cualquiera de sus dependencias a cambio de "favores" no estipulados en los contratos. Pero ni aún así con esta enorme ventaja está haciendo algo el gobierno Calderonista para decirle a Microsoft: "Hasta la Vista, baby" (Windows Vista, that is!.)

Tomemos por ejemplo una de las versiones de Linux que están en constante actualización y mejora, el Fedora Red Hat, conocido simplemente como Fedora. La distribución del sistema operativo "Fedora Core 6" que consta de seis CDs (cinco CDs adjudicados a las cinco imágenes ISO, y el disco de rescate) que contiene el "Linux Kernel 2.6.18", las intefaces visuales GNOME 2.16 y KDE 3.5.4 para hacer trabajar a Linux con la apariencia gráfica de Windows, el navegador Firefox 1.5, Thunderbird 1.0, Xen 1.0 para virtualización, y el paquete Open-Office 2.0 que sirve para elaborar documentos como los que se hacen con Microsoft Word, todo ello se puede obtener enviado hasta la casa por tan sólo 25 dólares. Y si se tiene una conexión de alta velocidad y la paciencia para ello, los CDs se pueden bajar gratuitamente de la red, aunque con un costo tan bajo de 25 dólares por los seis CDs ya grabados y checados y enviados hasta la casa tal vez muchos prefieran ordenarlos a las empresas en México que distribuyen alguna de las versiones de Linux. Una vez instalado Linux, se pueden bajar de Internet programas obtenibles TODOS ELLOS GRATUITAMENTE (como WINE) para poder correr dentro de Linux muchos de los programas que corren bajo Windows . Más aún, el proceso de instalación de Linux es bastante directo, e inclusive Linux se puede instalar en una computadora que ya tenga instalado previamente el sistema operativo Windows. El procedimiento de instalación se encarga de particionar el disco duro de la computadora de modo tal que al arrancar la máquina se le dá al usuario la opción de poder echarla a andar en el área del disco duro en donde está instalado Windows XP, o en el área del disco duro en donde está instalado Linux.

Una vez instalado Linux en la computadora, el usuario descubre al arrancar la máquina bajo Linux que hay una enorme familiaridad entre lo que está viendo y el entorno Windows al que posiblemente está acostumbrado:





(Comentario: Spectator recuerda a sus lectores que haciendo clic con el mouse en cualquier fotografía como la que está puesta arriba, se puede acceder a una fotografía de mayor tamaño que puede proporcionar una mayor claridad de detalles. Esta observación es válida para cualquier fotografía puesta dentro de cualquiera de los blogs de Blogger.)
De hecho, cualquiera que haya manejado un entorno como Windows 98 o Windows XP se siente bastante cómodo con un entorno visual de Linux. Allí está el ícono de la "Computadora", como también está el ícono de la "Canasta de Basura" con diferencias mínimas (el reloj puede aparecer situado en el extremo superior derecho en lugar del extremo inferior derecho) y los mensajes de actualizaciones disponibles. Y al arrancar el navegador Mozilla Firefox bajo Linux:





el usuario continúa descubriendo muchas familiaridades y similitudes como el hecho de que en la parte superior hay una "barra de menú" con las opciones usuales de siempre como las que tiene Windows: File, Edit, View, Bookmarks, etc. (la página se puede arrancar en Español y en otros idiomas), así como una barra de tareas en la parte inferior, y así sucesivamente.

Ahora bien, ya instalado Linux en una computadora, el usuario puede hacer algo que no puede hacer con Windows XP (o Windows Vista). Puede instalar Linux en otra computadora de su propiedad sin tener que erogar un solo centavo por ello usando los mismos discos CD que utilizó para instalar Linux en la primera máquina, y lo puede hacer tantas veces como lo desee en todas las máquinas que tenga en su casa. Esto es algo que Microsoft simple y sencillamente no permite con las actualizaciones de sus sistemas operativos; si un usuario tiene tres computadoras en su casa cargadas con Windows y las quiere actualizar, le tiene que pagar tres licencias por separado a Microsoft (esto lo refuerza Microsoft con el famoso "código de activación" que requiere forzosamente que la máquina sea conectada a Internet dentro de un plazo muy limitado de tiempo so pena de que se desactiven casi todas las funciones del sistema operativo), aunque todas las máquinas sean del mismo usuario. Y si se trata de cientos de miles de máquinas instaladas en bibliotecas públicas, universidades, oficinas gubernamentales, Microsoft aplica la misma política, cobrando por cada actualización en cada máquina. En un país tercermundista como México, esto significa la erogación de cientos de millones de dólares al año. ¡Y todo por la necedad de seguir aferrado a los productos de Microsoft!

Si existe ya una alternativa gratuita para hacer funcionar a las computadoras de todo México sin gastar un solo centavo en las licencias de Microsoft, mandando al hombre más rico del mundo al carajo que al fin y al cabo ya es el hombre más rico del mundo gracias a sus costosas licencias, entonces... ¿por qué razón el gobierno federal co-gobernado por la derecha y la ultraderecha no ha tomado en ningún momento la iniciativa? Por la sencilla razón de que el contraste entre Microsoft y Linux es lo que va al mismo núcleo de lo que ama y detesta la derecha ultraconservadora de México, tan aferrada al capitalismo total de libre mercado sin ningún tipo de control oficial con el objeto de enriquecer a unos cuantos particulares, en contraposición directa a la idea esencial del socialismo que señala que existen en potencia bienes comunes y proyectos comunes que deben ser compartidos por todos por igual sin intención alguna de privilegiar a alguien convirtiéndolo en el hombre más rico del planeta. Porque Microsoft es una empresa privada supra-capitalista, de esas que ama la ultraderecha mexicana neoliberalista, mientras que Linux no pertenece a nadie en particular sino que es propiedad del mundo entero, en la máxima expresión que pueda haber de una pertenencia global, de un tesoro compartido por todos los habitantes del planeta. De hecho, Linux es... ¡gulp!... ¡comunismo en su más pura expresión!, excepto que este es un comunismo infinitamente superior al comunismo marxista-leninista centralizado dentro de una dictadura absolutista de Estado como el que se practicaba en la Unión Soviética, por el simple hecho de que aquí no hay policías secretas vigilando y censurando lo que está sucediendo como tampoco hay ningún gobierno central imponiendo sus dogmas, sino que es la misma gente del pueblo, la misma gente del mundo entero, la que voluntariamente está colaborando en un proyecto común, al igual que como lo hacen inclusive las hormigas trabajando en equipo (las cuales, dicho sea de paso, también son intrínsecamente comunistas por su propia naturaleza). Por esta razón fundamental, los tecnócratas de la extrema derecha mexicana en su núcleo duro están opuestos a que en México se adopte en las oficinas públicas un sistema de software abierto como Linux, por la innegable esencia "comunistoide" del mismo, aunque tal obcecación con el esquema económico neoliberal ultraderechista le signifique a México la erogación de miles de millones de dólares del erario público para hacer al hombre más rico del mundo aún más rico, siendo que con ese dinero se podrían construír en México hospitales, escuelas, y obras públicas a granel en vez de insistir en estar beneficiando a monopolios u oligopolios como Microsoft y Televisa.

Resulta interesante observar que la costosa enciclopedia Encarta con la cual Microsoft quiso monopolizar el mercado mundial de la información didáctica ha sido un soberano fracaso ante la enciclopedia gratuita Wikipedia por el hecho de que, al igual que como ocurre con Linux, Wikipedia es un esfuerzo colaborativo mundial en el que están participando y colaborando cientos de miles de profesores, historiadores, académicos, reporteros, editorialistas y estudiantes de postgrado de las mejores universidades del mundo desde Rusia hasta Canadá, sostenida a base de las donaciones voluntarias que quieran hacer los usuarios de la misma, siendo esto algo con lo que simple y sencillamente no pudo competir Microsoft. La única razón por la que Microsoft mantiene viva a Encarta es para no admitir su contundente derrota, aunque en estos tiempos haya pocos que quieran consultar esa vacilada cuando a través de Wikipedia y a través de los motores de búsqueda de la misma red Internet se puede encontrar información mucho más extensa y de mucho mejor calidad de manera completamente gratuita. Bill Gates está consciente de lo que sucedió con Encarta, y el constante crecimiento de Linux en todas sus variedades posiblemente le ha quitado el sueño en más de una ocasión al hombre más rico del mundo ante la posibilidad de que su monopolio pueda llegar a su fin. De cualquier modo, reconociendo que Wikipedia es un medio mucho más consultado y mucho más elaborado que la ya fantasmal Encarta, Microsoft ha llegado hasta el extremo de ofrecer dinero a cambio de que colaboradores de Wikipedia alteren los contenidos de la Wikipedia haciéndolos favorables a Microsoft, algo que Bill Gates creyó que nadie descubriría aunque se equivocó en grande por el hecho de que Wikipedia es algo que está bajo el monitoreo de sus creadores y de los millones de usuarios que alcanzan a detectar cuando algo ya no está "bien".

En contraste con lo que sucede en México, en otros países ya están tomando la iniciativa para archivar a Microsoft y a Bill Gates en los recuerdos del pasado. Una rebelión global está cundiendo ante la tiranía de las costosas licencias de uso de los programas de una sola empresa, Microsoft, con más y más organizaciones privadas y gubernamentales adoptando el uso del Linux gratuito. En Brasil, gobernado en la actualidad por un izquierdista, destaca el proyecto PC Conectado o Computador para Todos, proyecto en el cual Microsoft vió una amenaza tal para sus intereses que le ofreció al gobierno brasileño a precio especial una versión limitada de Windows, la versión Windows XP Starter Edition, oferta que a fin de cuentas fue rechazada tajantemente dadas las limitaciones severas impuestas por ese sistema operativo. Actualmente, este proyecto brasileño está propiciando que en Brasil comiencen a proliferar las computadoras personales Linux en idioma portugués. ¡Y están descubriendo que no necesitaban a Windows XP para nada, mucho menos a una monstruosidad como Windows Vista cargada con caramelos visuales inútiles para los propósitos para los cuales se quiere poseer una computadora! En este experimento social a gran escala, Brasil está empezando a construír toda una generación nueva de usuarios de computadoras liberados de la dependencia de los sistemas operativos Windows de Microsoft. Famosas son ya también las computadoras conocidas como las laptop de 100 dólares:





diseñadas para ser distribuídas a los niños del mundo entero en los países en vías de desarrollo, las cuales utilizan Linux y cuyo bajo costo no sería posible si cada una de ellas incorporara las costosas licencias del pulpo Microsoft. (La versión del sistema operativo Linux utilizado en estas máquinas es precisamente el Fedora ya mencionado con anterioridad.) Entre los países que participan en este proyecto para construír computadoras laptop de costo reducido (el precio estimativo original de 100 dólares posiblemente vendrá quedando situado en 150 dólares de acuerdo con la disponibilidad de partes y de acuerdo con las condiciones más recientes del mercado) están Argentina, Brasil, Camboya, Costa Rica, la República Dominicana, Egipto, Libia, Nigeria, Pakistan, Ruanda, Túnez, Uruguay, Venezuela, e inclusive los mismos Estados Unidos de Norteamérica, siendo notoria la ausencia de México cuyos "presidentes del cambio" han optado por abrazar la depredación que provocan los intereses privados del gran capital, tal y como lo recomienda la locura neoliberalística del nuevo orden. La rebelión mundial en contra de Microsoft ha llegado a grado tal que inclusive en países con supuesto atraso tecnológico como Filipinas han estado amenazando con fundir el monopolio de Bill Gates. Y aunque no se espera que esto ocurra de un día para otro, conforme va creciendo una nueva generación de jóvenes acostumbrados al uso de Linux el gigante informático asentado en Richmond tal vez comenzará a temblar y a darse cuenta de que su voracidad ilimitada ha colmado el límite de la paciencia de muchos.

Y así, pese a lo que quiera hacernos creer a todos Microsoft, la cruda realidad es que cada vez es mayor la cantidad de gobiernos en otros países que se están movilizando para adoptar alguna de las versiones de Linux, entre los cuales podemos citar a naciones del primer mundo como Francia, Alemania, España, Noruega, Corea del Sur, sin faltar Estados Unidos, además de países que se acaban de mencionar como Argentina, Brasil y Venezuela, quienes están tomando por fin conciencia de los peligros que entraña la profunda dependencia de la administración de su información estratégica de las aplicaciones del software propietario. Ello además de la enorme reducción en los costos de las máquinas cuando en alguna parte del mundo han decidido independizarse de Microsoft. Por ejemplo, en Malasia, al implementarse el proyecto PC Gemilang bajo el cual se empezaron a construír máquinas basadas en Linux, se logró que por vez primera en dicho país las ventas de máquinas trabajando con Linux superaran las ventas de las máquinas trabajando con Windows, asustando a Microsoft a grado tal que hizo algo que no acostumbra hacer con frecuencia: Bajar los costos de las licencias de uso de su sistema operativo Windows XP. (Se rumora que Bill Gates no durmió en toda la noche anterior a la reducción en el precio de su sistema operativo Windows XP para el lejano Oriente.) ¡Pero si hasta en China están adoptando el uso de Linux en las oficinas públicas! Con todo esto, ¿quién dice que no se puede prescindir de Microsoft? Pues, solo aliados como los que tiene Microsoft dentro del gobierno federal panista en México.

La actitud injerencista de Microsoft en los asuntos internos de otros países para no perder su liderazgo monopolístico en el mercado mundial de sistemas operativos llevó a que el 25 de marzo del 2002 en Perú el Gerente General de Microsoft en dicho país, Juan Alberto González, le enviara muy preocupado una carta al Doctor Edgar David Villanueva Nuñez, un Congresista de la República de Perú que estaba impulsando un proyecto de ley (el Proyecto de Ley Nº 1609, Software Libre en la Administración Pública) para que el gobierno de Perú abandonase la compra de las "licencias" de uso de Windows substituyéndolas por software gratuito de código abierto como el que simboliza Linux. La respuesta dada por el Doctor Villanueva Nuñez al representante de Microsoft el 8 de abril del 2002 es ya célebre en los anales de la historia de la computación en Latinoamérica, y aunque no será reproducida aquí mencionaremos que en dicha carta en donde hace una inteligente defensa del derecho de los gobiernos a utilizar el software libre se menciona a un mexicano, a Miguel de Icaza, como un notable profesional que se encuentra entre aquellos "mundialmente reconocidos por sus contribuciones en el desarrollo de software que hoy es utilizado por millones de personas en todo el mundo". (Spectator recomienda a sus lectores la lectura completa de la respuesta elaborada por el Doctor Villanueva Nuñez a Microsoft, porque esta postura es la misma que la que debería haber adoptado la ultraderecha en el poder si realmente hubiera tenido el propósito de ayudar a todos los mexicanos y no tan sólo a unos cuantos.) Dicho sea de paso, Miguel de Icaza, reconocido mundialmente como un genio en el campo de la informática, cuya fama ha traspasado barreras, ha sido un crítico duro de las elecciones presidenciales del 2 de julio del 2006 en México, y no ha vacilado en calificar al pro-Yunquista Felipe Calderón como un político corrupto. Y es el punto de vista no sólo de él sino de muchos otros ingenieros en computación -entre ellos los maestros, estudiantes e investigadores de la UNAM a la cual Felipe Calderón le ha querido mutilar su presupuesto- que ven impotentes cómo Felipe Calderón ha preferido abrazar neoliberalísticamente los intereses de las grandes empresas trasnacionales en detrimento de los intereses del pueblo de México, también para todos ellos Felipe Calderón efectivamente es un corrupto, en toda la extensión de la palabra (además de demagogo).

Es importante señalar que, de cualquier modo, Microsoft no es tan todopoderosa como muchos creen. Resulta que para las grandes empresas como Kellogg's, Pfizer, Tyson, Dow Chemical, Honda, Kraft, y muchas otras como ellas, existe una versión muy especial del sistema operativo Windows, no disponible para la venta al público en general, conocida como la versión Enterprise Edition. Esta versión especial no requiere el proceso de activación por Internet para cada máquina como lo requiere la versión casera de Windows XP Home Edition, y con un mismo disco CD se puede instalar el sistema operativo Windows en tantas máquinas como uno desee sin tener que estarse conectando y reportando a Microsoft por Internet en cada caso para la activación de la licencia de uso en cada máquina. ¿Por qué? Pues por el simple hecho de que muchas de estas grandes compañías son grandes clientes en grandes volúmenes de los productos de Microsoft, y una cantidad cada vez mayor de administradores de sistemas en dichas compañías está migrando de Windows a Linux causando gran preocupación entre los agentes de ventas de Microsoft (y ahorrándole una buena cantidad de dinero a dichas compañías). Cuando Microsoft intentó forzar a estas grandes empresas a comprar únicamente discos CD de instalación de Windows con activación obligatoria requerida por Internet para cada máquina, lo cual hubiera sido un verdadero dolor de cabeza para los administradores de sistemas encargados de instalar y darle mantenimiento a las computadoras en sus empresas, hubo una revuelta generalizada y muchos de ellos le dijero a Microsoft: "Si haces eso, y no confías en mi palabra cuando te digo que te voy a pagar el costo de 12 mil licencias de instalación porque es justo lo que voy a instalar en las 12 mil máquinas que tengo en mi empresa, ni una más ni una menos, siendo esto algo que puedes verificar y que de hecho las autoridades están auditando en sus programas de combate a la piratería, entonces por favor véte, que en tal caso prefiero iniciar la conversión de todos los sistemas de mi empresa de Windows a Linux cuanto antes". Y ante esto, Microsoft dobló las manos. Se estima que una gran parte de la piratería que hay del sistema operativo Windows proviene de esos CDs que no requieren proceso de activación por Internet y que son substraídos por empleados que laboran en dichas empresas. Microsoft puede acabar en este mismo momento de tajo con toda esta piratería de Windows con el simple hecho de remover del mercado todas las copias de la versión Enterprise Edition; pero si hace tal cosa entonces sus principales clientes que han hecho a Microsoft multimillonaria la pueden mandar mucho a... "freír espárragos", como lo hizo el gobierno brasileño encabezado por el Presidente izquierdista Luiz Inácio Lula da Silva cuando Microsoft trató de venderle a "bajo costo" una versión de Windows estúpidamente desprovista de algunas de las funciones más elementales a cambio de que Brasil no iniciara el proceso de conversión de Windows a Linux.

Veamos ahora los costos involucrados en estrangular al pueblo de México por parte de una sola empresa radicada en Estados Unidos cuyo dueño es esperado con entusiasmo por el gobierno calderonista en México para recibirlo en marzo del 2007 como si fuese el Mesías. Estos son:

La versión "básica" de Windows Vista, Windows Vista Home Basic, con un costo de 200 dólares por el paquete completo y 100 dólares cuando se trata de una actualización.

La versión Windows Vista Home Premium, con un costo de 240 dólares por el paquete completo y 160 dólares cuando se trata de una actualización.

La versión Windows Vista Business, con un costo de 300 dólares por el paquete completo y 200 dólares cuando se trata de una actualización.

La versión Windows Vista Ultimate con un costo de 400 dólares por el paquete completo y 260 dólares cuando se trata de una actualización.

Como un soberbio insulto a la inteligencia, hay también una versión caricaturesca de Windows Vista, llamada Windows Vista Starter Edition (hecha al estilo de la basura Windows XP Starter Edition que Microsoft le trató de vender al gobierno brasileño a cambio de que desistiera de sus planes para migrar a Linux), severamente limitada en sus funciones como Microsoft misma lo reconoce y que será vendida exclusivamente dentro de países tercermundistas en vías de desarrollo y tal vez hasta en países con gobiernos derechistas que se estén aferrando tenazmente a los esquemas económicos neoliberales que benefician a las grandes empresas como Microsoft y Televisa.

Y, para no quedar atrás con la introducción de Windows Vista, tenemos que la versión más completa y más reciente de Microsoft Office, Microsoft Office Ultimate 2007, también fue puesta a la venta junto con varias versiones mutiladas que fueron derivadas de ella, siendo la peor de todas la versión estudiantil y hogareña, con la obvia esperanza de que en cuanto el usuario se dé cuenta de que la versión que compró no le es suficiente para cubrir todas sus necesidades, se resignará cristianamente a abrir nuevamente sus bolsillos para comprar una versión "superior" a la que compró. Y así tenemos las siguientes "opciones":

La versión más "debilitada" de Microsoft Office, Microsoft Office Home and Student 2007, con un costo de 150 dólares por el paquete "completo". La cual, por cierto, no incluye Microsoft Outlook (no confundir con Outlook Express), como tampoco incluye el programa básico para la elaboración de bases de datos conocido como Microsoft Access, lo cual debe ser de mucho interés -y enorme preocupación- para quienes se habían acostumbrado a que estos dos programas fuesen parte integral de las actualizaciones básicas anteriores.

La versión Microsoft Office Standard 2007, con un costo de 400 dólares por el paquete completo y 240 dólares cuando se trata de una actualización. Esta versión tampoco incluye Microsoft Access.

La versión Microsoft Office Small Business 2007, con un costo de 450 dólares por el paquete completo, y 280 dólares cuando se trata de una actualización. Y, de nueva cuenta, Microsoft Access sigue sin ser incluído aquí.

La versión Microsoft Office Professional 2007, con un costo de 550 dólares por el paquete completo, y 330 dólares cuando se trata de una actualización. Sólo hasta esta versión los clientes de Microsoft encontrarán por fin el programa Microsoft Access.

La versión Microsoft Office Ultimate 2007, con un costo de 680 dólares por el paquete completo, y 540 dólares cuando se trata de una actualización.

El costo de 100 dólares por la actualización de Windows XP a Windows Vista Home Basic es en realidad una estafa al ver que carece de varias de las "mejoras" que supuestamente motivaron a Microsoft a echar a Windows XP por la borda:

(1) Carece de la herramienta Windows BitLocker Drive Encryption requerida para poder resguardar y proteger los datos del disco duro (esta herramienta sólo está disponible en la versión más cara de todas las que hay de Windows Vista, Vista Ultimate).

(2) Carece de las mejoras supuestamente dadas por el Windows Mobility Center para mejorar la portabilidad de la máquina.

(3) Carece de las mejoras disponibles únicamente en las dos versiones más caras de Windows Vista dadas a la fotogalería de Windows Windows Photo Gallery.

(4) Carece de conectividad no sólo para la consola de videojuegos XBox 360 del mismo Microsoft sino también para muchos otros productos de este tipo que el consumidor incauto no tardará en descubrir cuando el sistema operativo en forma sorpresivamente desagradable le diga que tiene que desembolsar dinero para una actualización a una versión "más avanzada" (más cara) de Windows Vista para poder conectar el aparato que quiere conectar.

Quizás el usuario de Windows más desafortunado de todos sea aquél que, después de haber erogado sus 100 dólares para actualizar su máquina de Windows XP a Windows Vista Home Basic, descubre que le son necesarias algunas características que sólo están disponibles a partir de la siguiente versión "superior", Windows Vista Home Premium, para lo cual irá a la tienda a comprar el CD de actualización gastando 160 dólares, y al poco tiempo se encuentra con que las limitaciones que tiene la versión que compró casi lo obligan a ir nuevamente a la tienda a comprar el CD de la siguiente versión "más completa", Windows Vista Business, erogando 200 dólares adicionales. Lleva gastados ya 460 dólares. Pero al cabo de varias semanas, aparecen otros problemas que no había tenido antes, y es aquí cuando decide comprar el CD de actualización para la versión "más completa de todas" que hay de Windows Vista, la versión Ultimate. Ciertamente, esto debería solucionar ya todos los problemas que se pudieran tener, máxime cuando lleva ya gastado un total combinado de 720 dólares, ¡más de lo que le costó la máquina! Pero los problemas persisten. Es aquí cuando después de penurias sin fin logra enterarse de que la solución a esos problemas se encuentra en varios voluminosos parches de actualización que tiene que descargar de Internet conforme vayan saliendo. Es esto, o bien esperar a que salga Windows Vista Ultimate Service Pack One para comprar el CD de actualización si es que aún le quedan ganas y dinero para continuar siéndole leal a Microsoft. Y lo peor de todo es que ni siquiera puede tratar de venderle a otro las actualizaciones intermedias de Windows Vista que compró para recuperar así sea en parte lo que ha gastado, ya que al llevarse a cabo la "activación" de cada actualización Microsoft va "fichando" cada CD atándolo exclusivamente a la máquina en donde es activada la actualización, y el CD de actualización ya no puede ser utilizado para otra máquina de nadie más, ¡ni siquiera otra máquina del mismo individuo! Y lo mismo se puede decir de todas las actualizaciones de Microsoft Office 2007 que se vayan instalando en una máquina.

Algo que posiblemente le dará mucho coraje a quienes están erogando su buen dinero por actualizar su Windows XP a Windows Vista sólo por tener los caramelos visuales que éste último ofrece, es que varios de dichos caramelos se le pueden agregar de manera independiente en este mismo momento a Windows XP de forma completamente gratuita, sin tener que erogar un solo centavo, con varios programas que se pueden descargar gratuitamente de Internet, algo que Microsoft no desea que se sepa. El primero que podemos mencionar se llama Glass Windows 1.5, un programa elaborado por Oscar Rovira, un programador de sistemas en México de San Luis Potosí, el cual fundó la empresa Digital Soft Project para promocionar su programa. El Ingeniero Rovira es el paradigma de los mexicanos talentosos y brillantes que podrían hoy mismo pulverizar el predominio de Microsoft pero que han tenido que estar emigrando al extranjero por la carencia de oportunidades en México tras seis años de estancamiento de la economía a manos del irresponsable régimen foxista. A menos de que haya un cambio de última hora, el programa Glass Windows 1.5 que permite hacer transparentes de manera individual cualquiera de las ventanas de Windows se puede descargar del popular sitio download.com a través del enlace asignado a dicho programa. El programa, como ya se dijo, es gratis (freeware), y es muy sencillo de usar; basta con hacer un click en el icono correspondiente en la barra de tareas (taskbar), arrastrarlo con el mouse y soltarlo sobre la ventana que se quiere hacer tranparente. Para quitar la tranparencia simplemente se repite el mismo paso pero con la tecla SHIFT apretada. El nivel de transparencia de la ventana se puede controlar mediante la tecla CONTROL (Ctrl). Este programa hace su trabajo individualmente en cada ventana, y es esencialmente el mismo efecto visual de la "ventana transparente" introducido por Windows Vista, con la pequeña diferencia de que Glass Windows salió a la luz pública antes de que Windows Vista fuera puesto a la venta por Microsoft. ¿Otro plagio intelectual cometido por la misma compañía que más se queja alrededor del mundo por los daños ocasionados por la piratería? Formen aquí los lectores de Spectator su propia opinión. Para quienes quieran obtener el mismo caramelo visual en ventanas múltiples, existe el programa Vista Inspirat, el cual convierte a Windows XP en una buena simulación de Windows Vista (exceptuando los efectos visuales más elaborados de Windows Vista que de cualquier manera impondrían una carga onerosa sobre la tarjeta procesadora de gráficos). A menos de que haya cambios de última hora, el programa Vista Inspirat se puede descargar del enlace que conduce a dicho programa en Internet (pese al tamaño del archivo, 38.39 MB, para febrero del 2007 el programa había sido descargado del enlace citado más de un millón de veces, tan sólo de dicho portal). Naturalmente, si los lectores de todo esto le quieren hacer un favor a Microsoft, no le digan a nadie sobre la existencia de estos programas gratuitos que pueden elevar a Windows XP al nivel de Windows Vista, lo cual se los agradecerá el hombre más rico del mundo a quien no le molestaría ser todavía mucho más rico, para lo cual él espera de parte del gobierno de México un continuo combate a la piratería además de una lealtad protocolaria a los productos de Microsoft.

Otra cosa que posiblemente también le dará mucho coraje a quienes están "actualizando" su Microsoft Office a Office 2007 es que, según lo reportó la agencia noticiosa SUN/EFE, cuando se instala cualquiera de las nuevas versiones de Office 2007 en una máquina se actualizan de manera obligada los diccionarios de corrección ortográfica. Pero los nuevos diccionarios de Office 2007 son incompatibles con Outlook Express, lo que deja a muchos usuarios del sistema operativo Windows instalado en máquinas "viejitas" (máquinas que tengan cargado Windows 98 o Windows XP) sin la opción de poder corregir sus correos electrónicos. La única solución que existe a este problema es buscar alguna otra herramienta de corrección ortográfica, la cual ciertamente no será proporcionada por Microsoft. O bien, resignarse a desembolsar más dinero para instalar el sistema operativo Windows Vista después de haber instalado Office 2007, que es a fin de cuentas lo que Microsoft está tratando de forzar a sus usuarios a hacer.

Hagamos ahora cuentas. Como ya se vió arriba, el costo por actualizar una computadora personal desde la edición para el hogar de Windows XP a la versión más básica de Windows Vista, Windows Vista Home Basic, es de 100 dólares (20 dólares más que lo que costaba actualizar una máquina a Windows XP), ello suponiendo que la máquina ya tenga instalada una copia legal de Windows XP en su disco duro. Si se trata de una máquina nueva que no tenga instalada aún ningún sistema operativo, entonces instalar Windows Vista en dicha máquina tendrá un costo de 200 dólares. Si el usuario tiene dos o tres máquinas en su casa, entonces le tendrá que pagar a Microsoft una cantidad adicional por cada máquina. Y, se repite, posiblemente sea una instalación no requerida, superflua e inútil, en la que lo único que se ofrece a cambio de un sistema operativo que desperdicia los limitados recursos de memoria -que podrían ser adjudicados para correr los programas de aplicación con mayor rapidez- son "caramelos visuales", la cual se tendría que llevar a cabo única y exclusivamente porque Microsoft ya retiró a Windows XP del mercado y ya no le dá ningún soporte técnico. Esto, para una casa particular. Ahora, hágase el cálculo para una oficina pública (una oficina de catastro, un juzgado, una oficina del INEGI, una clínica del IMSS o del ISSTE) o alguna institución educativa superior sostenida con fondos públicos en la que haya unas cien máquinas. Tras esto, hágase el cálculo de la erogación requerida para actualizar todas las máquinas de todas las oficinas y dependencias públicas en México. Y esto es únicamente para actualizar el sistema operativo. Si se quiere instalar Microsoft Office, entonces la "licencia" adicional por cada máquina implicará un costo adicional de 150 dólares por máquina, y ello suponiendo que se instalará la versión más debilitada de todas, Microsoft Office Home and Student 2007. Multiplíquese esta cantidad por el total de máquinas en todas las dependencias públicas federales que se requieran para elaborar cartas o gráficas, y llegaremos al gran total. Un total que fácilmente excederá los mil millones de dólares al año. De este tamaño es la erogación requerida por Microsoft al pueblo de México para engrosarle los bolsillos al hombre más rico del mundo. Contrástese esto con la erogación que se requeriría si se estuviera utilizando un sistema operativo como Linux, que es gratuito. Posiblemente el lector se está empezando a dar cuenta ya de que si el "gobierno del cambio" de Vicente Fox hubiera actuado con un estricto sentido nacionalista, tomando la iniciativa y el liderazgo para llevar a cabo la conversión de todas las máquinas gubernamentales de Windows a Linux, creándose de paso con ello decenas de miles de empleos en México para programadores, técnicos e ingenieros en computación, México se habría ahorrado cientos (o quizá miles) de millones de dólares en el transcurso de seis años, y se habría paliado en buena medida el problema de la fuga de cerebros. Y se trata de dinero constante y sonante, de algo que hay que ir pagando de inmediato, de algo en lo que no hay "crédito" o sistema de pago a plazos. Aún así, con la repetición que quiere hacer Felipe Calderón de las mismas políticas miopes del foxismo, de lo cual la apoteótica recepción que le quiere dar a Bill Gates en México en marzo del 2007 es tan sólo el primer paso, México está siendo preparado para llevar a cabo nuevamente otro despilfarro similar que sólo aumentará la dependencia de México como país hacia los productos de una empresa, Microsoft, sacrificando de paso la independencia tecnológica de la Nación hacia intereses extranjeros y volviendo difícil el lograr la tan ansiada (y tan prometida) autosuficiencia, en una actitud de entreguismo de la soberanía de México que se antoja más bien como uno más de los actos de traición a la Patria a los que es tan afecta la derecha ultraconservadora de México.

Habrá que preguntarle a los señores de la Organización Nacional del Yunque si ésta era la forma en la cual tenían planeado "salvar" a México, poniendo al país no sólo en manos de sus grandes magnates financieros criados en casa, sino entregando también buena parte de la soberanía a los intereses de empresas extranjeras como Microsoft, tal y como lo hizo Vicente Fox por seis años, y como ahora pretende hacerlo Felipe Calderón repitiendo la misma receta empleada por su predecesor. ¿Quién, a fin de cuentas, resultó ser el verdadero peligro para México?

Hemos visto ya lo suficiente como para estar preparados para poder cubrir algo que realmente nos interesa. Empezaremos dejando en claro que, mientras el gobierno federal presidido por el pro-Yunquista Vicente Fox se arrodillaba de modo humillante ante Microsoft concediéndole todo tipo de favores inmerecidos, en el gobierno capitalino de la Ciudad de México gobernado por la oposición de izquierda, por el Partido de la Revolución Democrática, ocurría exactamente lo contrario, el gobierno de la Ciudad de México estaba llevando a cabo ya la conversión a Linux de los sistemas computacionales propiedad del gobierno capitalino, siguiendo instrucciones precisas dadas al respecto por el Jefe de Gobierno Andrés Manuel López Obrador. En una nota publicada por REFORMA en marzo del 2001, el entonces Coordinador Técnico de la ciudad, José Barberán (†), estimó que a resultas de la conversión a Linux la ciudad se ahorraría millones de dólares que en su opinión estaban siendo gastados innecesariamente en el software de Microsoft; a lo cual un ayudante suyo de nombre Pedro Valencia García agregó que "estamos de acuerdo con el software gratuito, usaremos el dinero que ahorremos en los programas sociales de la ciudad; el lema de nuestro Jefe de Gobierno es 'por el bien de todos, los pobres deben ser los primeros'." Recordemos cómo los serviles lacayos de la ultraderecha mexicana como Lupa Ciudadana gastaron mucho esfuerzo y mucho tiempo en sus libelos durante la campaña presidencial del 2006 preguntando sarcásticamente de dónde iba a sacar López Obrador las enormes sumas de dinero que se requerían para implementar los extensos programas sociales que tenía en mente, a los cuales ellos les daban "poca factibilidad". Pues precisamente de cosas como ésta.

Queda claro que lo que estaba haciendo el gobierno capitalino administrado por el "populista" López Obrador, completamente contrario a los intereses de Microsoft, no era más que un preludio de lo que se le podía venir encima a la poderosa trasnacional, porque el hombre bajo cuyo liderazgo se estaba llevando a cabo la conversión para prescindir definitivamente de Windows en el gobierno de la Ciudad de México era ni más ni menos el mismo hombre cuya popularidad ya desde entonces estaba subiendo enormemente en las encuestas y se perfilaba para ser el próximo Presidente de México. Y no había duda alguna de que, una vez instalado en la silla presidencial, López Obrador habría actuado de inmediato para hacer migrar a todos los sistemas computaciones utilizados por el gobierno federal de los programas Office y los sistemas operativos Windows vendidos por Microsoft al software gratuito que es ya una realidad bajo Linux, ahorrándole a la Nación una cantidad extraordinaria de dinero que de otra forma iría a parar a los bolsillos de Bill Gates. Pero además de la cuantiosa pérdida económica, para Microsoft esto habría sido un descalabro colosal porque si el gobierno de un país latinoamericano vecino inmediato de los Estados Unidos podía llevar a cabo dicha conversión en todos los ámbitos del gobierno federal, entonces los demás países de Centramérica y Sudamérica habrían seguido el ejemplo dado por el Presidente de México Andrés Manuel López Obrador y habrían hecho lo mismo, posiblemente hasta recibiendo ayuda de técnicos e ingenieros entrenados en México para el manejo de Linux. El efecto en cascada habría sido catastrófico para Microsoft, y podría haber significado el principio del fin para la empresa. Visto de otra manera, Andrés Manuel López Obrador se estaba convirtiendo en el mayor peligro enfrentado por Microsoft en toda su existencia.

Hemos establecido las razones por las cuales Microsoft habría tenido un interés directo para intervenir en las elecciones presidenciales en México con el fin de impedir a toda costa el ascenso de López Obrador a la silla presidencial, siendo estas razones tal vez las más importantes que esta empresa haya tenido en toda su existencia. Pero en caso de haberse tomado la decisión de intervenir, ¿de qué manera hubiera podido hacerse sin exponerse demasiado? Aunque lo primero que se viene a la mente es la posibilidad de ayuda económica, ello no habría sido necesario, porque el único candidato que podía hacerle contrapeso a López Obrador, el candidato de la derecha y la extrema derecha Felipe Calderón, ya estaba respaldado por los poderosos capitales e intereses de los grandes magnates mexicanos aliados con la ultraderechista Organización Nacional del Yunque. Esto nos trae a la memoria la denuncia hecha por varios científicos mexicanos sobre la existencia de un algoritmo sofisticado introducido en los sistemas de cómputo electorales para darle a Felipe Calderón el estrecho margen de ventaja para poder consumar su "triunfo" por la vía de un fraude electoral manipulado cibernéticamente. Dentro del PAN, ciertamente nadie hubiera tenido los recursos intelectuales y tecnológicos para llevar a cabo una proeza de este calibre. Tampoco los habrían tenido los encapuchados de la Organización Nacional del Yunque, ni siquiera con el apoyo económico de los grandes financieros que están detrás de ellos. Sin embargo, una hazaña tecnológica de este calibre ciertamente está dentro de las posibilidades de la empresa informática más grande del mundo dirigida por el hombre más rico del mundo. De esta forma, teniendo por un lado motivaciones muy fuertes para intervenir en la sucesión presidencial en México en el 2006, y por el otro lado contando con todos los recursos que se requieren para manipular cibernéticamente los procesos electorales, la única manera en la que Bill Gates hubiera podido resistir la tentación de meter su cuchara en México a favor de Felipe Calderón habría sido teniendo la honestidad, la fortaleza espiritual, y la capacidad de resignación, de un santo. Lo cual se duda, pese a los recientemente publicitados actos de filantropía de Bill Gates que más bien parecen una intensa campaña publicitaria de relaciones públicas de Microsoft.

¿Intervino Microsoft de alguna manera para impedir que López Obrador pudiera llegar a la Presidencia de México, un evento político que tal vez habría significado el principio del fin para el imperio monopólico construído por Bill Gates? Hay alguien que está en condiciones de saber lo que realmente ocurrió y que podría dar de inmediato una respuesta directa a esta importantísima pregunta. Se llama Felipe Calderón. Pero si la respuesta es afirmativa, sería más fácil que se tirara desde el piso más alto de la Torre Latinoamericana a que lo reconociera públicamente siendo ya Presidente de México, porque se trataría de un grave acto de traición a su propio país, además de las represalias que se le podrían venir encima por parte de una empresa tan poderosa como Microsoft y por parte de la extrema derecha encarnada en la Organización Nacional del Yunque, las cuales serían de tal magnitud que lo mejor que podría hacer sería quitarse la vida de inmediato si acaso cometiera la locura de incurrir en semejante indiscreción.

(Nota Importante: Al poco tiempo de que el talentoso físico-matemático José Barberán hiciera sus declaraciones arriba citadas en marzo del 2001 a REFORMA sobre el masivo proceso de conversión a Linux para la Ciudad de México que bajo instrucciones directas del Jefe de Gobierno Andrés Manuel López Obrador él estaba supervisando y empezando a llevar a cabo, sorpresivamente falleció en julio del 2002, dejando muchas de las ideas que tenía en mente inconclusas así como muchas inquietudes y sospechas ante la pérdida irreparable de uno de los más valiosos colaboradores de López Obrador. Spectator quisiera poder tranquilizar a sus lectores asegurándoles de que en la muerte de José Barberán no hubo ningún extremadamente sofisticado foul play y de que en su deceso únicamente intervinieron causas naturales que no tuvieron absolutamente nada que ver los poderosos intereses económicos que estaban empezando a ser afectados por la importante contribución que Barberán le estaba brindando al Jefe de Gobierno de la Ciudad de México Andrés Manuel López Obrador y, en cierta forma, al país entero. Sin embargo, a estas alturas, ya no se puede estar absolutamente seguro de nada, sobre todo viendo lo que está sucediendo en México y viendo la forma en la cual Felipe Calderón llegó al poder.)

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POST SCRIPTUM

El martes 20 de marzo del 2007, Felipe Calderón recibió calurosamente a Bill Gates en la residencia oficial de Los Pinos para glorificarlo personalmente con la más alta distinción que pueda conferir el gobierno mexicano, la Condecoración del Aguila Azteca:





En un anuncio que ya estaba preparado de antemano y del cual seguramente Felipe Calderón ya tenía previo conocimiento, Bill Gates anunció la "donación" de una red de 27 mil computadoras en el país que serán ubicadas en las zonas más pobres de México. Naturalmente, todas ellas estarán cargadas con una versión rudimentaria para pobres del sistema operativo Windows de Microsoft, porque es de la más alta prioridad para Microsoft que los pobres de México crezcan acostumbrados a utilizar el sistema operativo Windows y que por ningún motivo puedan tener contacto -- ¡horror! -- con otras alternativas gratuitas tales como el software libre y el sistema operativo Linux. En otras palabras, Microsoft con la ayuda expresa y decidida de un Presidente impulsado por la derecha conservadora de México está intentando mantener su predominio a largo plazo en el mercado estratégico de México. Y en eterno agradecimiento por esa no-tan-desinteresada donación, Felipe Calderón además de investir al hombre más rico del mundo con la Condecoración del Aguila Azteca seguramente le ha dado ya amplias seguridades de que los sistemas computacionales utilizados por el gobierno federal seguirán utilizando los sistemas operativos Windows y los paquetes de Microsoft Office así como todas las actualizaciones de los mismos, evitando insultar a tan distinguido empresario con cualquier idea rara como -- ¡horror! -- reemplazar la presencia de Microsoft en el gobierno federal con algo que no haga depender al gobierno de un país supuestamente soberano de los caprichos de una sola empresa privada. Que al fin y al cabo, el pueblo de México paga.

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